penetración

Pues bien. Pese a que -cuando un profesor universitario y crítico literario me recomendó hacerme un blog, ya que se trataba de una forma de literatura joven en boga, de lo que se estaba usando, y a él le parecía muy encachado- yo pensé para mis adentros que yo no era esa clase de joven ni de literato -heme aquí comenzando uno.
En vista de tanto blog poético me sentí pasado de moda y mi fina sensibilidad artística me impide ser indiferente al gusto, ya sea mal gusto o buen gusto, de mis coetaneos.
He de advertir, sin embargo, que este blogging renegado se rehúsa a quedar estáticamente encuadrado en la pantalla. Conspira para seducirte y romper el cristal de separación infinita de kilobytes y pixeles gélidos que nos separa en busca de algo más caliente. Así que si vas a mirar esto como quién ve la tele y a creerte que es interactivo porque usas un teclado, mejor anda a mirar la tele y desarrolla tu interactividad con el control remoto.
Eso es, que ardan galerías y museos, virtuales o no, y que el arte sea nuestra forma de relacionarnos, que arte y vida sean uno.
Como un libro que inspira un crimen, busco inspirarte a hacer el amor en tu vida diaria con toda la intensidad de la vida, más brillante que cualquier pantalla lumínica.
Quémemos la casa buena, vámonoh pa' lo oscurito, ¿tenés algo que perder?